domingo, 14 de agosto de 2011

Taller de escritura



Tal vez no sea casual
que siempre busque el lugar más cercano a la puerta.
Lunes por medio
lee el primero y así vamos
me siento liviana,
como la criatura saltarina del poema de Giannuzzi.

Cada uno tiene sus palabritas y en eso
también somos
una máquina de tomar decisiones.
“Era un tipo con barba pero sin bigote….”, dice alguno
y yo admiro esas arbitrariedades. Después
otro saca sus papeles
y la gracia del atleta se renueva una vez más.

Todo va bien,
hasta que aparece la mueca,
tan angosta que me sujeta.
Intento leer rápido
los aparatos fijos que nunca tuve
los cachorros adentro de la cama
mi hermana,
y ahora pienso
cómo va a terminar esto.
No los conozco,
y aunque poco sea cierto,
ya saben demasiado.

Muy pronto tendré que decidir
si ponerme de novia con todos ellos
o matarlos.

Mientras tanto, 
elongo el instinto bien cerca de la puerta.

Mercedes 
(mi primer poema)

1 comentario:

  1. Genial Merce. Lo leí volando antes de salir y se me pegó. Iba por la calle acordándome de las palabras -de las palabritas de todos- y me sonreía con mucha ternura. Me encanta el registro de eso tan raro que pasa ahí adentro, con tu filtro. Me pregunto cuáles serán mis palabritas. Que siga.
    Sol

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